El Ayuntamiento de Granada y la Universidad de Granada trabajan en una comisión mixta que permitirá articular proyectos de desarrollo de la ciudad a través de la Azucarera de San Isidro, recientemente adquirida por la institución universitaria.
El alcalde de Granada, Francisco Cuenca, y la rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda, se han reunido en el Hospital Real, sede del Rectorado de la UGR, para tratar la puesta en marcha de proyectos en la azucarera situada en el barrio de Bobadilla (Granada).
Tras el encuentro, el máximo responsable municipal ha hecho hincapié en la “complicidad” del Ayuntamiento de Granada con el proyecto estratégico impulsado por la Universidad de Granada para convertir la azucarera en un espacio de transferencia del conocimiento y la investigación, a la vez que se logra un gran contenedor cultural e investigador en la ciudad, para lo que “hemos puesto a disposición de la rectora todos los medios técnicos, humanos y materiales a nuestro alcance para que este proyecto estratégico sea una realidad”.
Así ha informado del inicio de los trabajos para incluir el nuevo Plan Director de la Azucarera dentro del nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Granada, donde prime un modelo sostenible y metropolitano, basado en un modelo productivo centrado en la investigación, la ciencia y la cultura.
Cuenca no ha dudado en considerar la azucarera como uno de los grandes proyectos de la ciudad, por lo que se ha mostrado convencido de que todas las administraciones e instituciones van a alcanzar alianzas esenciales para que sea “un espacio referente, que aspira a ser la futura sede del campus de la biodiversidad y el medio ambiente de la UGR, y a convertirse en un espacio donde converjan distintas manifestaciones artísticas, creativas y culturales”.
Por su parte, Pilar Aranda ha destacado que el paso prioritario es realizar un Plan Director que permita acceder a financiación y desarrollar iniciativas en la Azucarera de San Isidro capaces de cuidar el patrimonio industrial que este espacio supone –ya que se trata de un Bien de Interés Cultural– a la vez que se conecta con el rico entorno de La Vega de Granada gracias a iniciativas sostenibles.
La rectora ha subrayado la importancia de hacer de la azucarera “una ciudad dentro de la propia ciudad, con características de ‘smart city’, marcadas por la innovación, la cultura, la formación, la investigación, el conocimiento y la tecnología”. Para ello, será fundamental articular en torno a sus instalaciones nodos sostenibles de transporte, espacios de investigación y transferencia para empresas –que fomenten la colaboración público-privada– así como dotaciones de carácter municipal.