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Menorca, la hermana tranquila de Ibiza y Mallorca, guarda secretos que enamoran a primera vista.
Declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, esta pequeña isla del Mediterráneo combina playas de ensueño con un rico patrimonio histórico.
Durante mis tres veranos recorriendo sus calas y pueblos, descubrí rincones que me robaron el corazón y que ahora quiero compartir contigo.
Si estás planeando tu escapada a Menorca, apunta estos cinco lugares que transformarán tu viaje en una experiencia inolvidable.
Cala Macarelleta, el paraíso turquesa
Si existe un lugar que representa la esencia de Menorca, ese es Cala Macarelleta. Esta pequeña cala vecina de la más conocida Cala Macarella se ha convertido en el símbolo de la isla por sus aguas cristalinas de color turquesa intenso.
Lo que hace especial a Macarelleta es su tamaño íntimo y la sensación de estar en un rincón casi virgen. Rodeada de acantilados y pinos que llegan hasta la orilla, ofrece una estampa digna de postal. El contraste entre la arena blanca y el azul del agua crea un espectáculo visual que parece sacado de un sueño.
Para llegar hasta aquí tienes dos opciones:
- En coche hasta el aparcamiento de Cala Macarella (en temporada alta es necesario reservar plaza) y luego caminar unos 15 minutos por un sendero costero.
- Siguiendo el Camí de Cavalls desde Cala Galdana, un paseo de aproximadamente 30 minutos con vistas espectaculares.
El mejor momento para visitarla es a primera hora de la mañana, cuando la luz del sol comienza a bañar la cala y aún no han llegado las embarcaciones que suelen fondear durante el día. Si madrugas, podrás disfrutar de un baño en soledad en uno de los rincones más fotografiados del Mediterráneo.
Mi consejo: lleva contigo agua y algo de comida, pues no hay servicios en la propia cala. Y por supuesto, no olvides llevarte toda la basura para preservar este paraíso natural.
Ciutadella, historia viva junto al mar
La antigua capital de Menorca merece al menos un día completo de tu viaje. Ciutadella conserva el encanto de las ciudades mediterráneas con su casco histórico de calles estrechas y empedradas, palacios señoriales y una atmósfera que te transporta siglos atrás.
El corazón de la ciudad es la Plaza des Born, un espacio elegante rodeado de edificios nobles como el Ayuntamiento (antiguo palacio árabe) y varios palacios señoriales. Desde aquí puedes contemplar unas vistas impresionantes sobre el puerto, uno de los más peculiares de Menorca por su forma alargada y estrecha, conocido como «es Canal».
Imprescindibles en tu visita:
- La Catedral de Santa María, construida sobre la antigua mezquita mayor, con su impresionante fachada barroca.
- El Puerto de Ciutadella, donde podrás disfrutar de una comida con vistas al mar en alguno de sus restaurantes.
- Los palacios señoriales como Can Saura o Palau Torre-Saura, testigos de la nobleza que habitó la ciudad.
- El Mercado del Pescado, ubicado en un edificio modernista donde podrás comprar productos frescos o simplemente observar la vida local.
La mejor manera de descubrir Ciutadella es perderse por sus callejuelas, especialmente en el barrio de Es Born y Sa Muradeta. Cada esquina esconde pequeñas tiendas de artesanía local, cafeterías con encanto y patios interiores que se vislumbran a través de portales centenarios.
Por la noche, la ciudad cobra una magia especial cuando las luces iluminan sus monumentos y las terrazas se llenan de vida. Un paseo nocturno por el puerto, con la luna reflejándose en el agua y el sonido de la música en directo desde algún bar, es una experiencia que no olvidarás.
El Monte Toro, el techo de Menorca
En el centro geográfico de la isla se alza el Monte Toro, con sus 358 metros de altura. Aunque pueda parecer modesto comparado con otras montañas, su ubicación estratégica lo convierte en un mirador privilegiado desde donde contemplar toda la isla.
La carretera que serpentea hasta la cima es una experiencia en sí misma, con curvas que van revelando panorámicas cada vez más amplias. Una vez arriba, la recompensa es mayúscula: en días claros puedes divisar Mallorca al oeste y, si la visibilidad es excepcional, incluso la costa catalana en el horizonte.
En la cima encontrarás:
- El Santuario de la Virgen del Toro, patrona de Menorca, un lugar de peregrinación con siglos de historia.
- Una estatua de Cristo que, con los brazos abiertos, parece bendecir toda la isla.
- Una cafetería-mirador donde reponer fuerzas mientras contemplas el paisaje.
La leyenda cuenta que el nombre del monte proviene de un toro que, encontrado por unos monjes en este lugar, escarbó en la tierra desenterrando una imagen de la Virgen María. Sea cierta o no esta historia, lo que es indudable es la sensación de paz que se respira en este punto elevado de Menorca.
Te recomiendo visitar el Monte Toro al atardecer, cuando la luz dorada baña los campos de la isla creando un mosaico de colores ocres y verdes. Las fotografías que conseguirás desde aquí serán, sin duda, de las mejores de tu viaje.
Fornells y su caldereta de langosta
En la costa norte de Menorca, resguardado en una bahía natural, se encuentra el pueblo marinero de Fornells. Sus casas blancas de inspiración colonial, su pequeño puerto pesquero y su ritmo pausado lo convierten en uno de los pueblos con más encanto de la isla.
Fornells es famoso por dos razones : su impresionante bahía, perfecta para los deportes náuticos como el windsurf debido a sus vientos constantes, y su gastronomía, especialmente la caldereta de langosta, plato emblemático de la cocina menorquina.
Este guiso marinero, que tradicionalmente preparaban los pescadores con las langostas que no podían vender, se ha convertido en un manjar codiciado. La receta original incluye langosta fresca, cebolla, tomate, ajo, perejil, almendras, avellanas, pan tostado y un chorrito de brandy. El resultado es un plato contundente y sabroso que se sirve acompañado de rebanadas de pan para mojar en la salsa.
Restaurante | Especialidad | Precio aproximado |
---|---|---|
Es Pla | Caldereta tradicional | 65-80€ por persona |
Sa Llagosta | Caldereta con arroz | 70-85€ por persona |
Can Bernat | Caldereta marinera | 60-75€ por persona |
Después de degustar este manjar, nada mejor que un paseo por el paseo marítimo de Fornells, observando los barcos pesqueros o las escuelas de vela donde los más aventureros aprenden a dominar el viento en las aguas de la bahía.
Si visitas Fornells, no dejes de acercarte también a la Torre de Fornells, una fortificación del siglo XIX desde donde se obtienen vistas panorámicas de la bahía y del islote de Sargantana.
Naveta des Tudons, viaje a la prehistoria
A pocos kilómetros de Ciutadella se encuentra uno de los tesoros arqueológicos más impresionantes de Menorca : la Naveta des Tudons. Este monumento funerario, construido entre los años 1200 y 750 a.C., es considerado el edificio más antiguo de Europa que se mantiene en pie.
Su nombre, «naveta», hace referencia a su forma que recuerda a una nave invertida. Esta construcción megalítica servía como tumba colectiva donde los antiguos pobladores de la isla depositaban a sus muertos junto con ofrendas funerarias.
Lo que resulta fascinante de la Naveta des Tudons es pensar en cómo, hace más de 3.000 años y sin la tecnología actual, fueron capaces de construir una estructura tan sólida que ha resistido el paso del tiempo. Las enormes piedras encajan perfectamente entre sí, sin utilizar ningún tipo de mortero o cemento.
En las excavaciones arqueológicas realizadas se encontraron restos de al menos 100 individuos, junto con objetos de bronce, cerámica y adornos personales que hoy pueden verse en el Museo de Menorca en Mahón.
La visita es rápida pero intensa. Un pequeño sendero conduce hasta el monumento, que se alza solitario en medio del campo menorquín. Hay paneles informativos que explican la historia y características de la naveta, y aunque no se puede acceder al interior, el exterior es suficientemente impresionante.
Este lugar tiene algo especial al atardecer, cuando los últimos rayos de sol tiñen de dorado las piedras milenarias y el silencio invita a imaginar cómo sería la vida de aquellos primeros menorquines que crearon este impresionante monumento.
Consejos prácticos para tu visita a Menorca
Para aprovechar al máximo tu visita a estos cinco lugares imprescindibles, ten en cuenta estos consejos:
- Alquila un coche: Es la mejor manera de moverte por la isla con libertad y llegar a calas como Macarelleta.
- Reserva con tiempo: Si quieres probar la auténtica caldereta de langosta en Fornells, especialmente en temporada alta, reserva mesa con varios días de antelación.
- Protege el entorno: Menorca es Reserva de la Biosfera, respeta la naturaleza llevándote tus residuos y usando protectores solares ecológicos.
- Sigue el Camí de Cavalls: Este sendero histórico de 185 km rodea toda la isla y pasa por muchas de sus calas más hermosas.
- Visita los yacimientos arqueológicos: Además de la Naveta des Tudons, Menorca cuenta con otros sitios talayóticos fascinantes como Torre d’en Galmés o Talatí de Dalt.
Menorca es mucho más que sol y playa. Es historia viva, gastronomía auténtica y naturaleza en estado puro. Estos cinco lugares te mostrarán diferentes facetas de la isla, pero recuerda que cada rincón de Menorca esconde su propio encanto. Déjate sorprender, camina sin prisa y descubre por qué quienes la visitan una vez, siempre desean volver.