©Ayto.Granada: La Alhambra concluye la restauración de las cubiertas y paramentos interiores del Baño Real de Comaresinaguracionbañosrealesrecortada.jpgLa Alhambra ha finalizado la primera fase de la restauración de las cubiertas del Baño Real del Palacio de Comares y de sus paramentos interiores que, construido en el siglo XIV por el sultán Ismail I y continuado por Yusúf I, es uno de los escasos ejemplos de ‘hammam’ de estas peculiaridades que se conserva íntegro en Occidente.

Esta intervención en este sitio de reposo de sultanes ha venido acompañada por el descubrimiento de técnicas artesanales medievales en las cubiertas arquedas –tras sacar a la luz los detalles ornamentales y los recubrimientos de cal originales que cubrían exteriormente este espacio, ignotos hasta la data– y “el descubrimiento de huellas que señalan la existencia de puertas que aislaban unas salas de otras y que van a ser investigadas en el futuro”.

Así lo ha confirmado este viernes en la Sala de las Camas del Baño Real, el consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez, que ha efectuado una visita a este entorno patrimonial con el directivo del Patronato de la Alhambra y Generalife, Reynaldo Fernández Manzano, y el regidor de Granada, Francisco Cuenca, así como otros representantes institucionales y el directivo técnico del proyecto, el arquitecto técnico Pedro Salmerón.

Para el regidor de Granada, Francisco Cuenca, la “peculiaridad” y la “excelencia” de este entorno contribuye, como por lo general la Alhambra, a una política patrimonial, turística y económica “sustentable” que conforma un “marco de excelencia” para el futuro de la urbe.

En este sentido, la Alhambra prosigue desvelando “nuevas claves para comprender mejor su historia”, ha explicado Miguel Ángel Vázquez, sobre la primera fase de este proyecto que, a lo largo de un par de años y con un presupuesto de uno con seis millones de euros, ha sido ejecutado por el Servicio de Conservación y Protección del Patronato, al lado de un equipo técnico multidisciplinar, en el que aparte de Pedro Salmerón, han participado veinta técnicos andaluces.

La restauración de los Baños Reales se ha centrado en solventar sus inconvenientes de conservación motivados, esencialmente, por la infiltración de aguas pluviales:

Se ha “actuado sobre el sistema de cobertura y el recubrimiento interior, excepto los zócalos” y asimismo, “se ha recuperado la ventilación natural de este espacio por medio de las claraboyas, como procedimiento natural de equilibrio microclimático”, ha explicado Pedro Salmerón, que ha añadido que “se han medido y se ha comprobado que existen 2 series diferentes en lo que se refiere a tamaño, diseño y vidriado”.

Así, para reflejar esta diversidad, el equipo técnico ha configurado una base de datos detallada que se ha asociado a los estudios de arqueología desarrollados en el trascurso de la intervención, realizando “planos que reflejan materiales y etapas de intervención que han sufrido las cúpulas y paramentos”.

El responsable del proyecto ha detallado, además de esto, otras labores que se han llevado a cabo a lo largo del proceso, como la supresión de morteros inapropiados o bien la reinstalación del sistema de iluminación ambiental exterior, conforme criterios de “sostenibilidad energética y baja polución luminosa”; al lado de una nueva dotación de canales y bajantes en el ambiente inmediato de la cubierta del Baño Real.

Para llenar el trabajo se ha llevado a cabo “un meticuloso” proceso de documentación sobre el baño, que ha incluyendo el análisis de materiales y productos de perturbación que se usaron en temporadas precedentes, y se ha efectuado una investigación cromático del Baño Real, teniendo presente los factores de iluminación durante el día.

Toda la información generada y los resultados logrados, sumados a las investigaciones reportajes, “han supuesto un apoyo científico para la toma de resoluciones durante la intervención”.

Además, la información generada a lo largo de la restauración formará una parte de las fuentes reportajes libres para el conocimiento del espacio objeto de intervención en el futuro, ha explicado el directivo de la Alhambra y el Generalife, Reynaldo Fernández Manzano, quien ha insistido en que, “en el futuro próximo, se marcha a acometer la segunda Fase del proyecto, que se va a centrar en el hipocausto, la caldera y la leñera del baño”, con la participación del equipo técnico del Servicio de Conservación de la Alhambra.

Las cubiertas del Baño de Comares están formadas con cúpulas de factoría de ladrillo, envueltas internamente con un mortero coloreado (originalmente de cal), intervenido a lo largo del tiempo. Estas cúpulas tienen unas claraboyas cerámicas cerradas por óculos de vidrio de ejecución reciente debido a reparaciones y reposiciones consecutivas.

En lo referente a su cronología, las cámaras arquedas se atribuyen al periodo pertinente a Ismail I (mil trescientos catorce-mil trescientos veinticinco), al tiempo que la Sala de Reposo, asimismo famosa como de las Camas, se enmarca en el reinado de Yusuf I (mil trescientos treinta y tres-mil trescientos cincuenta y cuatro). Al baño se accedía por el Patio de los Arrayanes, atravesando la puerta que todavía se conserva; al paso que la entrada a la caldera se efectuaba de forma independiente.

Coincidiendo con esta presentación, a lo largo del mes de diciembre se va a abrir por vez primera al público la Sala de las Camas de los Baños de Comares. Todos cada martes, miércoles, jueves y domingos se va a poder acceder a este espacio con la entrada general de la Alhambra.

El Baño Real de Comares es uno de los conjuntos más completos y viejos de la ALHAMBRA. Dedicado a la higiene y el placer, su organización es heredera de los balneo o bien balneum romanos. Fundamentalmente, se trata de un baño de vapor compuesto por las próximas estancias: sala de vestuario y masajes bayt al-maslaj (Sala de las Camas), estancia anterior a la zona central del baño bayt al-barid, proveída de una pila de agua fría; sala temperada o bien bayt al-wastani; y sala de calor o bien bayt al-sajún.

A lo largo de su historia, las cubiertas de los Baños Reales han sido intervenidas en múltiples ocasiones. En la primera mitad del siglo XVI, resalta la ejecución de vidrieras blancas y de colores por Arnao de Vergara en mil quinientos treinta y ocho, profesor que asimismo trabajaba en la Catedral de Granada. A lo largo de este periodo, asimismo se documentan otras intervenciones para dar contestación a la frágil situación de las cubiertas. Indudablemente, la más atractiva es la causada con ocasión de la onda expansiva producido por la explosión del taller de un polvorista ubicado cerca de la Iglesia de San Pedro, en el Val del Darro, en mil quinientos noventa.

En los siglos siguientes, la presencia de filtraciones, estancamientos y humedades determina el mal estado de conservación de las cubiertas. El arquitecto técnico conservador de la ALHAMBRA, Leopoldo Torres Balbás, efectúa una intervención en la alcoba, váter y escalera de bajada a la Sala de las Camas en mil novecientos veintiseis, como en las cubiertas.

A finales del siglo veinte, se limpian estas últimas y se efectúan trabajos de mantenimiento y reparación. En dos mil tres, las intervenciones se centraron en la substitución de buen número de aguantes metálicos para la unión de los vidrios de las claraboyas.